OBJETIVO: SÉ CONTROLAR EL MAL GENIO CUANDO ALGO ME LO HA PROVOCADO
PARA PENSAR…
Las siguientes preguntas pueden ayudarle a reflexionar sobre algunas maneras de cooperar desde casa con el programa para el desarrollo de las fortalezas del carácter en el que participa su hijo.
- ¿Nosotros que hacemos para dominar nuestro propio mal genio frente a algunas reacciones de nuestros hijos? Sabemos cuándo le saldrá el mal genio, a la hora de comer, cuándo toca bañarse… ¿Cómo nos preparamos, qué argumentación haremos?
- ¿Cómo explicamos a los hijos que hay que tratar a todas las personas con consideración a pesar de que no nos caigan bien o nos puedan resultar cargantes?
- En las discusiones familiares entre hermanos, ¿qué actuaciones tenemos previstas para cortarlas? ¿Sabemos adelantarnos antes de que llegue el enfado? ¿Damos recursos a los hijos para no llegar a enfadarse?
¿CÓMO PODEMOS AYUDARLE?
Las siguientes sugerencias indican en qué tareas es necesaria la implicación personal por parte de los padres. El objetivo de los temas propuestos es mostrar las posibilidades de apoyo a su hijo para el desarrollo de la fortaleza del carácter de este mes.
- Saber reconocer cuando algo no nos gusta y, si es necesario, expresarlo con delicadeza. Quizás no me gusta el flan, pero no es necesario enfadarse. El mal genio carece de exigencia personal.
- Cuando juegan con sus amigos o hermanos, siempre debe ser un juego, aunque compitamos. Saber perder y saber ganar es vital para no perder las amistades.
- Cuando los hijos se equivocan a menudo se enfadan, más por el trabajo que tendrán que repetir que por el error cometido. Aprovechar estos momentos para dar motivos por los que merece la pena hacer las cosas bien. «No es suficiente con trabajar, hay que trabajar bien».
